Doce meses después de la actualización de la ISO 14001, España continúa siendo el quinto país en el mundo y el tercero en Europa en cuanto a certificaciones vigentes, algunas de ellas de muy reciente obtención. No obstante, esta posición podría variar si las organizaciones acreditadas no agilizan los trámites para adaptarse a los requisitos que establece la nueva normativa internacional, que ahora sigue una exigente estructura de alto nivel.
Es por ello que, para las organizaciones, resulta imprescindible contar con el asesoramiento de profesionales altamente capacitados para liderar el proceso de adecuación a la versión de 2015 o para guiar la consecución de la certificación por parte de aquellas organizaciones que, por primera vez, están trabajando para lograrla.
La apuesta por prevenir los impactos medioambientales, utilizando los medios apropiados para evitarlos, reducirlos o controlarlos, obliga ahora a las organizaciones a intensificar sus esfuerzos. Esto es debido a que el plazo para trabajar conforme a los nuevos requisitos normativos concluye en septiembre de 2018 y a que, si no se llega a tiempo, la acreditación previamente obtenida perdería su vigencia.
La nueva y ambiciosa actualización hace necesario un mayor compromiso por parte de las empresas, de ahí que, además de contar con un asesoramiento adecuado, para las organizaciones resulte interesante que quienes conforman la alta dirección se formen en la materia, dado que el conocimiento se erigirá como una herramienta fundamental para lograr que, en el cumplimiento de sus nuevas funciones, sean satisfechos los requisitos de la ISO 140001:2015.